La explicación es larga y compleja a lo largo de varios miles de años.
La imagen del sol sobre la cabeza de la torre se produce en una fecha concreta, de forma similar a los fenómenos de los rayos solares en el solsticio de verano en algunas construcciones megalíticas. Si a esto se le añade las condiciones atmosféricas en la zona, niebla o temporal que anulan su visibilidad, lo convierte en un fenómeno raro de ver.
Posiblemente, para los antiguos pobladores del valle de Valdeón (los Vadinienses) era un signo de divinidad, luego, era su montaña sagrada.
Con la llegada del cristianismo al valle, la nueva religión asimiló algunas de sus antiguas creencias, pasando la montaña sagrada a ser “Santa”.
Por otra parte, en Valdeón se denominan “Torres” a sus montañas a diferencia de lo que ocurre en la zona asturiana, las denominan “Peñas o Picos”.
Con lo que el denominar Peña Santa a nuestra Torresanta, es reconocer la denominación foránea a Valdeón, aunque en los últimos tiempos ha llegado a calar en algunos de sus habitantes.
Torresanta, es por la forma del habla leonesa, uniendo palabras. Así, Torrecerredo viene de Torre de Cerredo, Peñacorada de Peña Corada, Brañacaballo de Braña Caballo, Valdiglesia de Val d‘Iglesia, etc....
El apellido de Castilla también fue creado por los asturianos y tiene origen posteriormente a la reconquista.
Después de la épica victoria de los pobladores de los Picos de Europa sobre los moros; coronado rey a Don Pelayo en la vega de Corona, así lo dice la tradición de Valdeón, se establece la sede regia en Cangas de Onís. A medida que se expande el territorio, se ve obligado a trasladar al rey correspondiente su sede real. Primero a Pravia, luego a Oviedo y finalmente a León.
Después de la independencia de castilla en el año 1.065, en su afán por la hegemonía de la península ibérica, invadiendo el territorio leones una y otra vez. Llegaron a estar bajo las murallas de León, no pudiendo entrar, aunque asolaron la judería de Puente Castro o el asedio de Zamora, salvada por la heroica argucia de Bellido Dolfo. Esto y otros casos motivó un enorme desprecio por castilla y lo castellano en todo el reino de León.
Debido a la pérdida de hegemonía de la nobleza asturiana, al ser trasladada la corte a león, con unos nuevos aduladores
reales al sur de la cordillera Cantábrica, comienza una especie de despecho que irá calando poco a poco en sus vasallos,
denominando, a forma de ofensa y desprecio hacia los del sur como castellanos. Esto trasladado a los pastores de Onís, comienzan a
denominar castilla a todo lo situado al sur de sus zonas de pastoreo, por lo que Torresanta, al sur, era para ellos Peña Santa de
Castilla.